La menopausia es conocida por los cambios de humor y sudores nocturnos, pero sus efectos van mucho más allá. Muchas mujeres se sorprenden al descubrir que este período de transición también afecta su salud urológica, causando problemas como incontinencia, infecciones urinarias recurrentes y urgencia para orinar. Si estás experimentando estos síntomas, no estás sola.
La conexión hormonal: El papel del estrógeno
Para entender por qué la menopausia afecta la vejiga, es crucial hablar del estrógeno. Esta hormona femenina juega un papel vital en la salud de los tejidos que rodean el sistema urinario.
• Pared de la vejiga y uretra: El estrógeno ayuda a mantener la elasticidad y la fuerza de los tejidos de la vejiga y la uretra (el conducto por donde sale la orina).
• Músculos del suelo pélvico: El estrógeno también contribuye a la salud de los músculos del suelo pélvico, que sostienen la vejiga y otros órganos pélvicos.
Durante la menopausia, los niveles de estrógeno disminuyen drásticamente. Esta baja hormonal provoca que los tejidos de la uretra y la vejiga se vuelvan más finos, débiles y menos elásticos. Además, los músculos del suelo pélvico pueden perder fuerza, lo que contribuye a varios problemas urológicos.
Problemas urológicos comunes durante la menopausia
1. Incontinencia urinaria: Este es uno de los síntomas más frecuentes. Existen dos tipos principales que se ven afectados por la menopausia:
o Incontinencia de esfuerzo: Se produce al reír, estornudar, toser o hacer ejercicio. La debilidad de los músculos del suelo pélvico y del esfínter urinario dificulta el control de la vejiga ante la presión.
o Incontinencia de urgencia (vejiga hiperactiva): Se manifiesta como una necesidad repentina e incontrolable de orinar, a menudo con fugas antes de llegar al baño. Esto se debe a que la baja de estrógeno puede irritar los nervios de la vejiga, haciéndola más sensible a pequeñas cantidades de orina.
2. Infecciones del tracto urinario (ITU) recurrentes: La baja de estrógeno también cambia el pH de la vagina, lo que afecta el equilibrio de la flora bacteriana. Un ambiente menos ácido favorece el crecimiento de bacterias dañinas, que pueden ascender a la uretra y la vejiga, aumentando el riesgo de ITU.
3. Síndrome genitourinario de la menopausia (SGM): Este término médico describe un conjunto de síntomas que afectan los genitales y el sistema urinario debido a la deficiencia de estrógeno. Incluye sequedad vaginal, picazón, relaciones sexuales dolorosas, urgencia para orinar y dolor al orinar.
¿Qué puedes hacer para manejar estos síntomas?
Afortunadamente, existen varias estrategias para mejorar la salud urológica durante la menopausia:
• Consultar a un urólogo: En esta etapa de la vida es fundamental consultar con un especialista en urología, quien tiene la experiencia necesaria para diagnosticar la causa de los problemas y recomendar el mejor tratamiento para ti.
• Cambios en el estilo de vida:
o Hidratación: Beber suficiente agua ayuda a mantener la vejiga sana y a prevenir infecciones.
o Evitar irritantes: Reduce el consumo de cafeína, alcohol y bebidas carbonatadas, ya que pueden irritar la vejiga.
o Dieta rica en fibra: Un intestino sano (sin estreñimiento) reduce la presión sobre la vejiga.
• Terapia de reemplazo hormonal: En algunos casos el uso de estrógeno local es muy efectivo para restaurar la salud de los tejidos vaginales y uretrales.
• Rehabilitación del suelo pélvico: Fortalecer estos músculos es clave para mejorar la función de los órganos de la pelvis. Un fisioterapeuta especializado en salud pélvica puede guiarte para hacer los ejercicios correctamente.
La menopausia es una etapa de la vida, no una enfermedad, y los síntomas urológicos son una parte común de este proceso. Sin embargo, no tienes por qué sufrirlos en silencio. Al entender cómo la disminución de estrógeno afecta tu sistema urinario y al tomar medidas proactivas, puedes recuperar el control y mejorar tu calidad de vida. Si tienes estos síntomas o quieres evitarlos, te puedo acompañar en esta etapa.